lunes, 28 de noviembre de 2011

DIOS TOMA EL PRIMER PASO


 La iniciativa de Dios y no la tuya

A través de todas las escrituras Dios es quien toma la iniciativa. Cuando viene a través de la una persona siempre se revela a Si mismo y su actividad. Esa revelación es una iniciativa para que el individuo ajuste su vida a Dios. Ninguna de las personas a quienes Dios encontró pudieron seguir siendo las mismas después del encuentro. Todas tuvimos que hacer grandes ajustes en nuestras vidas para andar obedientes con Dios.
Dios es el señor soberano. Debemos de tratar de mantener nuestras vidas centradas en Dios porque él es quien marca el paso. Siempre él es quien toma la iniciativa para a realizar lo que quiere hacer. Cuando tu vida está centrada en Dios hasta los deseos de hacer las cosas que agradan a Dios proceden de la iniciativa de Dios en tu vida. “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Filipenses 2:13”.
¿Qué es lo que a menudo ocurre cuando vemos a Dios obrando? De inmediato nos tomamos egocéntricos en lugar de centrarnos en Dios. De alguna manera debemos reorientar nuestras vidas hacia Dios. Debemos aprender a ver las cosas desde su punto de vista. Debemos permitirle que desarrolle se carácter en nosotros. Debemos permitirle que revele sus pensamientos. Solo entonces podemos tener una perspectiva correcta de la vida.

Si mantienes  tu vida centrada en Dios pondrá tu vida junto a su actividad. Cuando veas a Dios obrando alrededor de ti, tu corazón brincara de tu pecho y dirás: “Gracias, Padre, por permitirme participar donde tu estas”. Cuando estas en medio de la actividad de Dios, y Dios  abre los ojos para permitas ver dónde está el obrando, siempre hay que dar sentado que Dios quiere participes con él.
Ahora bien tal vez todavía digas: “Todo eso suena perfectamente bien pero necesito alguna ayuda practica para aprender cómo aplicar estos conceptos”. En toda situación Dios exige que dependas de él, él no es un método. La clave no es un método sino una relación con Dios.

Bibliografía.
BLACKABY T. Henry y KING V. Claude. (1995). Mi experiencia con Dios. Ed. LIFEWAY PRESS, Tennessee.  

jueves, 17 de noviembre de 2011

UNA VIDA TRASFORMADA

Mi vida fue una constante confusión, estuve agobiado de miedo y depresión, y por mi mente pasaban ganas de suicidarme, tenía miedo de hacer cualquier cosa por temor de elegir lo erróneo. Usaba drogas y alcohol por huir de mis aflicciones, sin embargo solo me hacían sentir  más miserable. Trate de llenar vi vida de sexo pero eso solo se convirtió en un problema más.

Busque ayuda por todos lados- el ocultismo,  filosofías y practicas orientales- pero solo me confundían más. Probé con doctores, consejeros, curanderos medicinas, alcohólicos anónimos y drogadictos anónimos. Cada atentado solo logro calmarme temporalmente, pero luego termine sintiéndome mucho peor debido a un imparable bombardeo emocional y la terrible sensación de una inevitable calamidad.
Me sentí tan desesperado por liberarme de esta miseria que me puse la pistola a la cabeza para suicidarme, pero en vez de eso le pedí ayuda a Dios. Cuando un amigo me consiguió al día siguiente ayuda dentro de un programa de tratamiento supe que Dios había contestado mis oraciones. A pesar de que había estado limpio y sobrio por varios años, estuve aún más deprimido e infeliz que nunca. El problema no eran las drogas o el alcohol, el problema no era el mundo alrededor de mí, el problema no eran las relaciones con la gente, el problema mi conflicto interior.
Tenía que perder mucho más antes de que en mi desesperación finalmente pudiera aceptar la solución de Dios para mi problema. Siempre e estado atento a la influencia de Dios en mi vida. Sabía que él estaba guardándome cuando mi conciencia me decía que estaba tomando malas decisiones especialmente cuando tenía consecuencias. Aun cuando era un niño sabía que no estaba aquí para nadar sin rumbo por la vida. Siempre he tenido la profunda sensación de que Dios tenía un propósito para mi vida, pero siempre lo evite porque siempre he evadido la responsabilidad.

Siempre supe que en algún momento me volvería a Dios y a lo largo de mi vida, la gente me ha tratado de encaminar hacia Cristo. Esta vez cuando una amiga comenzó a hablarme de los cambios que Cristo había hecho en su vida, finalmente escuche, a medida que ella hablaba, sentí como si finalmente hubiera encontrado la verdadera esperanza, pero tenía tanto miedo, miedo de admitir mis faltas, y temor de las consecuencias que tenía que enfrentar por lo que había hecho y quien yo era. Tenía temor del cambio. Sabía que debía tomar hacia Dios por ayuda, pero titubeaba entre el miedo y la esperanza.
Mi pasado casi me había destruido, pero ahora mi futuro me asustaba. Tenía temor de las nuevas responsabilidades y no estaba seguro de que podría vivir una vida cristiana. Debido a mis viejas creencias, me sentía en la profunda confusión que he experimentado en mi vida. Aun creía que Dios no me aceptaría o amaría debido a que era inaceptable, no digno de amor y sin valor.
Continuara………..
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
1º Juan 4:18, 19
Bibliografía.
SCOPE MINISTRIES INTERNACIONAL. (2005).  Se trasformado. Ed. Internacional Standard Number, Oklahoma






viernes, 11 de noviembre de 2011

EL DOLOR DE CREER

 Casi todos hemos sufrido dolencias del crecimiento, eso es. Son aquellos dolores extraños que sientes en tus piernas que te dicen que estas por crecer. En la vida experimentas diferentes clases de dolores del crecimiento mientras creces y enfrentas situaciones que nunca antes habías enfrentado.  
Estas dolencias de crecimiento vienen en forma de preocupación, derrota y baja autoestima. Mucha gente tiene estos síntomas a veces, pero hay gente que siempre puede ayudarte a librarte de esos sentimientos esa persona es Dios.
Dolor 1º Preocupación
¿Algunas veces te has sentido fuera de control? ¿Cómo si las cosas no fueran como lo habías planeado, y no puedes hacer nada sobre ellos? El creer puede estar lleno de preocupaciones porque ocurren muchos cambios. Pero, ¿has notado que esa preocupación no mejora tu situación? Te laja de hacer algo positivo para mejorar la situación. Algunas  veces no hay nada que puedas hacer sobre una situación, y eso estará bien. Esos momentos nos enseñan que necesitamos confiar en Dios porque él nos ha dicho que cuidara de nosotros. Cuando le permites a Dios tener el control de tu vida, no tienes que preocuparte más porque él quiere lo mejor para ti, y él tiene el poder de hacer que suceda. Dios promete que cuidara de nosotros si ponemos nuestra confianza en él. Esto es lo que nos dice Jesús:
Mirad a las aves del cielo, que nos siembran, ni siegan, ni recogen en graneros: y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Mateo 6:26
Dolor 2º Rindiéndote
Cuantas veces te has preguntado: ¿Vale la pena esto? Tal vez te has esforzado en algo, pero no dio resultado y quieres abandonar. Simplemente no quieres intentarlo más. Algunas veces es difícil saber si deberías seguir esforzándote con lo que estás haciendo o si deberías probar otra cosa. Pero antes de rendirte asegúrate de estar haciendo lo correcto y que lo estás haciendo bien. El primer por comenzar es por la ayuda de Dios. Si le pides a el que este a tu lado, entonces el té ayudara tener éxito y si estás haciendo lo que el querría que hicieras. Todo lo que tienes que hacer es estar conectado a él. Si hay cosas que piensas que no puedes atravesar Dios puede darte las fuerzas.
Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Si, espera a Jehová.
Salmos 27:14

Dolor 3º Baja autoestima
Te has preguntado alguna vez ¿si tu vida realmente importa? Bien ¡sí! Dios creo el universo entero, y aunque el más grande de lo que podríamos imaginar, el conoce todo sobre ti. El cuida genuinamente de tu vida, y sabe que importas de verdad. Jesús uso una historia sobre una oveja perdida para demostrar cuanto significas para Dios. Aquí está la historia que Jesús conto: “Si alguno de ustedes tiene cien ovejas y se da cuenta que ha perdido una, ¿acaso no deja las noventainueve en el campo y se va a buscar a la otra? Y cuando la encuentra, la pone en sus hombros y vuelve muy contento con ella. Después llama a sus amigos y vecinos y les dice: vengan a mí casa y alégrense conmigo ¡ya encontré la oveja que había perdido! De la misma manera hay más alegría allá en el cielo por una de estas personas que se vuelve a Dios, que por noventa y nueve personas buenas que no necesitan volverse a él.
No importa qué clase de dolencia estas atravesando, recuerda que si sigues a Dios, el tomara control de tu vida, él te hará sentir importante, y te ayudara atravesar cualquier situación difícil que sé que presente en tu camino. Con esta clase de poder, ¡las dolencias del crecimiento no tienen oportunidad! Así que abre tu mente y tu corazón y has un lugar para Dios en tu vida.






viernes, 21 de octubre de 2011

Respuestas a las preguntas acerca de la salvación

Otra vez Jesús les habló diciendo; yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12   
¿Qué significa, entonces, la frase Jesús salva? ¡Con corazón abierto lea usted lo que dice la Biblia!
1.    ¿Qué significa ser salvo?
Ser salvo es llegar hacer hijo de Dios, recibir el perdón de todos lo pecado y el don de la vida eterna.
Mas a todos los que le recibieron,  a los que creen en su nombre,  les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Juan 1:12
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su hijo. 1º Juan 5:11
2.    Si Dios dijo que la paga del pecado es muerte. ¿Cómo puede perdonar los pecados sin castigarlos?
Jesús murió en nuestro lugar. El pago todo el castigo que nosotros merecíamos.
Mas el herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados, el castigo de paz fue sobre el, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargo en el pecado de todos nosotros. Isaías 53: 5,6
3.    En realidad, ¿esta Dios dispuesto a perdonarnos todos los pecados?
¡Si, todos!
Venid luego, de Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados  fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Isaías 1:18
Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Salmos 103:12

4.    ¿Qué debemos hacer para recibir esta salvación tan grande?
Debemos arrepentirnos de nuestros pecados y creer que Jesús murió por nosotros.
Así, que arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Hechos 3:19
Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa. Hechos 16:31
5.    ¿No podemos ganar o merecer la salvación tratando de vivir una vida buena?
No. Somos salvos por la gracia de Dios (su favor y su amos que no merecemos), no por nuestros esfuerzos propios.

Porque por gracia soy salvos por medio de la fe: y esto no de vosotros pues es don de Dios. No por obras para que nadie se gloríe. Efesios 2:8,9
6.    ¿no hay otra manera de ser salvos sino por Jesús?
No hay otra manera.
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Hechos 4:12
7.    ¿Cuál es la gran promesa dada a todos los que creen en Jesús?
Todo el que cree de veras recibe el don de la vida eterna. Ya no están bajo sentencia de muerte.
De cierto, de cierto os digo: el que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y ya no vendrá a condenación más ha pasado de muerte a vida. Juan 5:24  






lunes, 10 de octubre de 2011

Testimonio de la Hna. Vilma (Ex Bruja Santera)

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehóva tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Josue 1:9


Este testimonio ha sido de gran bendición en mi vida espero lo sea también en la tuya porque como dicen sus escrituras:
De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas.
2° Corintios 5:17
Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Romanos 10:13
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigenito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16



miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Ha visto alguien mi tiempo? ¡Lo he perdido!

Si el mundo interior está en orden, es porque he tomado la decisión diaria de considerar el tiempo como un regalo de Dios, digno de ser invertido cuidadosamente.
Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, y las mismas son más sabias que los sabios: Las hormigas pueblo no fuerte, y en verano preparan su comida; Los conejos, pueblo nada esforzado, y ponen su casa en la piedra; Las langostas que no tienen rey, y salen todas por cuadrillas; Y la araña que atrapas co la mano, y esta en palacios de rey. Proverbios 30: 24-28
En cierta ocasión di una conferencia a un grupo de pastores en la que mencione varios libros que yo había leído hacia poco, y una vez terminada la misma, un joven ministro me pregunto: ¿De dónde ha sacado usted para leer esos libros? Cuando entre en el pastorado, yo estaba seguro de que también podría hacer esa clase de lectura pero llevo semanas enteras sin leer nada en absoluto. ¡Me encuentro demasiado ocupado!
Hablamos brevemente de la disciplina de la lectura, y la conversación empezó a derivar hacia otros aspectos de su vida personal. El joven pastor compartió conmigo que se sentía culpable en cuanto a sus devocionales, los cuales eran casi inexistentes. Admitió así mismo que hacía mucho que no pasaba nada que se pareciera a un rato verdaderamente fructífero con su esposa, y se lamentaba de que sus sermones eran por lo general deficientes, según su propia evaluación.

Al final de nuestra conversación el ministro reconoció que su fracaso incluso en leer un libro era solo indicio de una lucha todavía más profunda: francamente hablando expreso, me encuentro totalmente desorganizado y no logro hacer nada que valga la pena.

Simpatizo mucho con ese joven y con su confesión. Hubo un tiempo en mi propia vida en el cual yo hubiera podido decir lo mismo que el. Por otra parte, no creo que ninguno de los dos nos habríamos quedado solos sin en aquella conferencia nuestros colegas hubiesen sido sinceros. El mundo está lleno de gente desorganizada que ha perdido el control de su tiempo.
Comentando sobre la indisciplinada vida de Samuel Taylor Coleridge, William Barclay escribió:
Coleridge es la tragedia suprema sobre la indisciplina nunca una mente tan magnífica produjo tan poco. Abandono la Universidad de Cambridge para alistarse en el ejército; luego lo dejo porque no podía almohazar un caballo; volvió a la universidad de Oxford y salió de ahí sin haber obtenido ningún título. Comenzó a publicar un periódico llamado The Watchman (El vigilante), cuya vida se limito a solo diez minutos.

De Samuel Taylor Coleridge también se ha dicho que “se perdía en visiones de trabajo que necesitaba hacerse, y que siempre quedaba sin hacerse”. Coleridge tenía todos los dones poéticos menos uno: el de concentrarse y mantenerse con la tarea lo demandaba”. El tenia en la cabeza y la mente toda clase de libros, que como el mismo decía, solo les faltaba la “trascripción”. Estoy a punto “expreso de mandar dos volúmenes”. Pero esos libros jamás se escribieron, salvo en la mente de Coleridge, porque él no era capaz de aceptar la disciplina de sentarse y redactarlos. Nadie ha alcanzado nunca ninguna eminencia, ni habiéndola alcanzado la ha mantenido jamás sin disciplina.

Bibliografía
MACDONALD, Gordon (2008). Ponga orden en su mundo interior. Ed. Betania, México

jueves, 29 de septiembre de 2011

“NO TEMÁIS LO QUE ELLOS TEMEN”

Fuzier P. - (Messager Évangélique, 1957)
Isaías 8:12; 1.ª Pedro 3:14 N.T.I. Gr./Esp)
Ha pasado un año más y hemos llegado a una nueva etapa. Tratemos de sondear nuestra mente y corazón, para recordar las diversas circunstancias que hemos vivido durante el año pasado. Sin duda, la mayor parte de nosotros ha sufrido muchas dificultades, tanto en el orden material como en el espiritual. Algunos han sido especialmente probados por la enfermedad o el duelo; otros han visto partir a un hijo, a un esposo o a algún familiar con rumbo a países lejanos. Luchas, combates, penas, separaciones... tal es la común parte de los hombres que caminan en este mundo, donde por todo lugar se ven las consecuencias del pecado. Y los creyentes no están exentos de estas cosas.
Quizás el año que pasó se caracterizó, más que otros, por grandes ejercicios espirituales y dolorosas pruebas. Pero, ¡que nuestras lágrimas no sean nuestro pan! Nunca es conveniente alimentarnos de nuestras tristezas. ¡Pensemos en todos los cuidados que hemos recibido del Señor! ¿No ha sido fiel a sus promesas? Su gracia, ¿no ha preparado anticipadamente el camino a cada uno de los suyos y los ha acompañado? ¡Qué preciosa solicitud de Su parte hemos experimentado en momentos difíciles! ¿Podríamos recordar todo esto sin sentir un profundo agradecimiento? Contemos los beneficios que Dios nos ha dado y que hemos recibido cotidianamente durante el año pasado y quedaremos maravillados al considerar todo lo que el Señor ha hecho y lo que ha sido para nosotros. Entonces, de nuestro corazón, subirá la alabanza a su nombre.
Pero también preguntémonos lo que nosotros hemos sido para Él. ¡Sin duda, no podremos hacerlo sino con real humillación! El camino que hemos recorrido ¿no está marcado por muchos tropiezos? ¡Cuántas inconsecuencias —y quizá hasta faltas graves— debemos confesar! Preguntémonos aún si hemos sabido gozar de todos los privilegios que recibimos, aprovechando cada ocasión para servir al Señor; si hemos aprendido algo más de Él, ya sea a través de la prueba o en la prosperidad, y si hemos adelantado algunos pasos en el campo espiritual que nos permite discernir mejor el carácter del mundo en el cual tenemos que caminar, según Juan 17:14-16, y el carácter tan serio de los tiempos que nos toca vivir. ¡Y cuántas preguntas más puede formularse cada uno de nosotros! ¡Bendito sea Dios que, a pesar de todo, “no ha hecho con nosotros conforme a nuestros pecados” (Salmo 103:10), y que día tras día nos ha socorrido, manifestando su poder en nuestra debilidad!
Ahora es necesario mirar hacia delante. ¿Qué nos depara el año que comienza? Ninguno lo sabe, salvo Dios. Pero, ¿qué esperamos en este mundo? ¿Días de bienestar, una vida exenta de toda prueba y un cielo siempre sereno? Ciertamente que éste es el deseo de nuestro corazón, pero si esperamos eso experimentaremos penosas decepciones. Recordemos lo que el Señor dijo a sus discípulos, antes de dejarlos: “En el mundo tendréis aflicción” (Juan 16:33). Por otra parte, el carácter que reviste el tiempo actual es particularmente peligroso.
Quiera Dios que entre su pueblo se encuentren muchos creyentes semejantes a los doscientos principales de los hijos de Isacar, que eran “entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer” (1.º Crónicas 12:32). Tal discernimiento de los tiempos no servía, pues, para satisfacer cierta curiosidad, sino que tenía un objetivo práctico.
Estamos a punto de llegar. El Señor cumplirá su promesa: “Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:3). Viene para arrebatarnos y encontrarnos con Él en el aire; luego ejercerá sus juicios sobre este mundo, antes de establecer su reino. Parece evidente que ya se están delineando, a grandes rasgos, ciertos eventos proféticos. Pero cuidémonos de considerar los eventos que se desarrollan actualmente o de estudiar su evolución, procurando hallar en ellos la confirmación de la palabra profética; seamos extremadamente prudentes en esto. No olvidemos que estamos en un período de los caminos de Dios, que ha sido llamado «el paréntesis de la Iglesia», período durante el cual los tiempos proféticos no son computados. Los eventos de la profecía volverán a tomar su curso después del arrebatamiento de los santos, el cual constituye el primer acto de la venida del Señor.
Por otra parte —y esto es un peligro que a menudo se subestima—, no ignoremos que el enemigo procura que fijemos nuestra atención en los acontecimientos y que nos detengamos a considerarlos más de la cuenta, a fin de impedir que miremos a lo alto. Al considerar el desarrollo de las circunstancias que seguirán al arrebatamiento de la Iglesia y que desembocarán en lo que se describe en 2.ª Pedro 3:10, no nos conviene responder meramente a lo que los hombres ignoran y quieren conocer ansiosamente, sino que más bien deberíamos retener y poner en práctica las exhortaciones del apóstol: “Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y

 

Funky y Christine D' Clario "TE NECESITO" (Video Oficial)


piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz (2.ª Pedro 3:11-14). Tal es el objetivo práctico en vista del cual se nos ha dado la profecía y el discernimiento de los tiempos.
No nos sorprende que los eventos actuales aterroricen a los hombres de este mundo. Aunque ellos traten de tranquilizarse afirmando, con mayor o menor convicción, que se encaminan a una era de progreso y de paz, no obstante, presienten que se avecinan días sombríos. A pesar de ello, sus más tenebrosos presentimientos están lejos de darles una idea de lo que será “la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”, “hora” de la cual los creyentes seremos “guardados” porque, antes de que ella llegue, el Señor, fiel a su promesa, nos habrá arrebatado y llevado a las moradas celestiales (Apocalipsis 3:10-11). Teniendo tal esperanza, ¿podríamos asociarnos al mundo y a los temores que éste experimenta? “El temor de ellos no temáis, ni os turbéis, sino como a Señor a Cristo santificad en los corazones de vosotros” (1.ª Pedro 3:14 N.T.I. Gr/Esp). ¡Quiera Dios que estas palabras permanezcan fijas en nuestra mente a lo largo de los meses que siguen, si el Señor nos deja en este mundo hasta que finalice este año!
Las circunstancias que llenan de inquietud y de angustia a este mundo no deben quitar la paz del creyente; por el contrario, ellas le indican que la liberación está muy cerca. Cuando Israel abandonó Egipto e iba a cruzar el mar Rojo, la columna de nube era tinieblas para los egipcios mientras que “alumbraba a Israel de noche” (Éxodo 14:19-20). Cuando venga el Señor, sucederá algo similar: en el tiempo que transcurrirá después del arrebatamiento de los santos y que precederá a Su aparición en gloria, el terror de los hombres será una señal para el remanente piadoso que habrá de ser suscitado en esa época, una señal que les indicará que la liberación está cerca: “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.” Pero “cuando estas cosas comiencen a suceder” —se le dice al remanente fiel del fin— “erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca”. “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria” (Lucas 21:25-28). Él aparecerá para establecer su glorioso reino de justicia y de paz.
¡Que Dios no nos permita caer en el desaliento, y que nos guarde de todo temor y terror! ¡Que sostenga y fortalezca nuestra fe en medio de la prueba, y nos conceda la gracia de salir de ella enriquecidos! Y que nosotros, sin temer lo que los hombres temen, podamos santificar a Cristo como Señor en nuestro corazón!
Fuentes de información:
Fuzier P. (1957), “NO TEMÁIS LO QUE ELLOS TEMEN” (Messager Évangélique) . Disponible en: http://www.lecturasbiblicas.org/eepArticulosFrameset.asp