lunes, 28 de noviembre de 2011

DIOS TOMA EL PRIMER PASO


 La iniciativa de Dios y no la tuya

A través de todas las escrituras Dios es quien toma la iniciativa. Cuando viene a través de la una persona siempre se revela a Si mismo y su actividad. Esa revelación es una iniciativa para que el individuo ajuste su vida a Dios. Ninguna de las personas a quienes Dios encontró pudieron seguir siendo las mismas después del encuentro. Todas tuvimos que hacer grandes ajustes en nuestras vidas para andar obedientes con Dios.
Dios es el señor soberano. Debemos de tratar de mantener nuestras vidas centradas en Dios porque él es quien marca el paso. Siempre él es quien toma la iniciativa para a realizar lo que quiere hacer. Cuando tu vida está centrada en Dios hasta los deseos de hacer las cosas que agradan a Dios proceden de la iniciativa de Dios en tu vida. “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Filipenses 2:13”.
¿Qué es lo que a menudo ocurre cuando vemos a Dios obrando? De inmediato nos tomamos egocéntricos en lugar de centrarnos en Dios. De alguna manera debemos reorientar nuestras vidas hacia Dios. Debemos aprender a ver las cosas desde su punto de vista. Debemos permitirle que desarrolle se carácter en nosotros. Debemos permitirle que revele sus pensamientos. Solo entonces podemos tener una perspectiva correcta de la vida.

Si mantienes  tu vida centrada en Dios pondrá tu vida junto a su actividad. Cuando veas a Dios obrando alrededor de ti, tu corazón brincara de tu pecho y dirás: “Gracias, Padre, por permitirme participar donde tu estas”. Cuando estas en medio de la actividad de Dios, y Dios  abre los ojos para permitas ver dónde está el obrando, siempre hay que dar sentado que Dios quiere participes con él.
Ahora bien tal vez todavía digas: “Todo eso suena perfectamente bien pero necesito alguna ayuda practica para aprender cómo aplicar estos conceptos”. En toda situación Dios exige que dependas de él, él no es un método. La clave no es un método sino una relación con Dios.

Bibliografía.
BLACKABY T. Henry y KING V. Claude. (1995). Mi experiencia con Dios. Ed. LIFEWAY PRESS, Tennessee.  

jueves, 17 de noviembre de 2011

UNA VIDA TRASFORMADA

Mi vida fue una constante confusión, estuve agobiado de miedo y depresión, y por mi mente pasaban ganas de suicidarme, tenía miedo de hacer cualquier cosa por temor de elegir lo erróneo. Usaba drogas y alcohol por huir de mis aflicciones, sin embargo solo me hacían sentir  más miserable. Trate de llenar vi vida de sexo pero eso solo se convirtió en un problema más.

Busque ayuda por todos lados- el ocultismo,  filosofías y practicas orientales- pero solo me confundían más. Probé con doctores, consejeros, curanderos medicinas, alcohólicos anónimos y drogadictos anónimos. Cada atentado solo logro calmarme temporalmente, pero luego termine sintiéndome mucho peor debido a un imparable bombardeo emocional y la terrible sensación de una inevitable calamidad.
Me sentí tan desesperado por liberarme de esta miseria que me puse la pistola a la cabeza para suicidarme, pero en vez de eso le pedí ayuda a Dios. Cuando un amigo me consiguió al día siguiente ayuda dentro de un programa de tratamiento supe que Dios había contestado mis oraciones. A pesar de que había estado limpio y sobrio por varios años, estuve aún más deprimido e infeliz que nunca. El problema no eran las drogas o el alcohol, el problema no era el mundo alrededor de mí, el problema no eran las relaciones con la gente, el problema mi conflicto interior.
Tenía que perder mucho más antes de que en mi desesperación finalmente pudiera aceptar la solución de Dios para mi problema. Siempre e estado atento a la influencia de Dios en mi vida. Sabía que él estaba guardándome cuando mi conciencia me decía que estaba tomando malas decisiones especialmente cuando tenía consecuencias. Aun cuando era un niño sabía que no estaba aquí para nadar sin rumbo por la vida. Siempre he tenido la profunda sensación de que Dios tenía un propósito para mi vida, pero siempre lo evite porque siempre he evadido la responsabilidad.

Siempre supe que en algún momento me volvería a Dios y a lo largo de mi vida, la gente me ha tratado de encaminar hacia Cristo. Esta vez cuando una amiga comenzó a hablarme de los cambios que Cristo había hecho en su vida, finalmente escuche, a medida que ella hablaba, sentí como si finalmente hubiera encontrado la verdadera esperanza, pero tenía tanto miedo, miedo de admitir mis faltas, y temor de las consecuencias que tenía que enfrentar por lo que había hecho y quien yo era. Tenía temor del cambio. Sabía que debía tomar hacia Dios por ayuda, pero titubeaba entre el miedo y la esperanza.
Mi pasado casi me había destruido, pero ahora mi futuro me asustaba. Tenía temor de las nuevas responsabilidades y no estaba seguro de que podría vivir una vida cristiana. Debido a mis viejas creencias, me sentía en la profunda confusión que he experimentado en mi vida. Aun creía que Dios no me aceptaría o amaría debido a que era inaceptable, no digno de amor y sin valor.
Continuara………..
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
1º Juan 4:18, 19
Bibliografía.
SCOPE MINISTRIES INTERNACIONAL. (2005).  Se trasformado. Ed. Internacional Standard Number, Oklahoma






viernes, 11 de noviembre de 2011

EL DOLOR DE CREER

 Casi todos hemos sufrido dolencias del crecimiento, eso es. Son aquellos dolores extraños que sientes en tus piernas que te dicen que estas por crecer. En la vida experimentas diferentes clases de dolores del crecimiento mientras creces y enfrentas situaciones que nunca antes habías enfrentado.  
Estas dolencias de crecimiento vienen en forma de preocupación, derrota y baja autoestima. Mucha gente tiene estos síntomas a veces, pero hay gente que siempre puede ayudarte a librarte de esos sentimientos esa persona es Dios.
Dolor 1º Preocupación
¿Algunas veces te has sentido fuera de control? ¿Cómo si las cosas no fueran como lo habías planeado, y no puedes hacer nada sobre ellos? El creer puede estar lleno de preocupaciones porque ocurren muchos cambios. Pero, ¿has notado que esa preocupación no mejora tu situación? Te laja de hacer algo positivo para mejorar la situación. Algunas  veces no hay nada que puedas hacer sobre una situación, y eso estará bien. Esos momentos nos enseñan que necesitamos confiar en Dios porque él nos ha dicho que cuidara de nosotros. Cuando le permites a Dios tener el control de tu vida, no tienes que preocuparte más porque él quiere lo mejor para ti, y él tiene el poder de hacer que suceda. Dios promete que cuidara de nosotros si ponemos nuestra confianza en él. Esto es lo que nos dice Jesús:
Mirad a las aves del cielo, que nos siembran, ni siegan, ni recogen en graneros: y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Mateo 6:26
Dolor 2º Rindiéndote
Cuantas veces te has preguntado: ¿Vale la pena esto? Tal vez te has esforzado en algo, pero no dio resultado y quieres abandonar. Simplemente no quieres intentarlo más. Algunas veces es difícil saber si deberías seguir esforzándote con lo que estás haciendo o si deberías probar otra cosa. Pero antes de rendirte asegúrate de estar haciendo lo correcto y que lo estás haciendo bien. El primer por comenzar es por la ayuda de Dios. Si le pides a el que este a tu lado, entonces el té ayudara tener éxito y si estás haciendo lo que el querría que hicieras. Todo lo que tienes que hacer es estar conectado a él. Si hay cosas que piensas que no puedes atravesar Dios puede darte las fuerzas.
Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Si, espera a Jehová.
Salmos 27:14

Dolor 3º Baja autoestima
Te has preguntado alguna vez ¿si tu vida realmente importa? Bien ¡sí! Dios creo el universo entero, y aunque el más grande de lo que podríamos imaginar, el conoce todo sobre ti. El cuida genuinamente de tu vida, y sabe que importas de verdad. Jesús uso una historia sobre una oveja perdida para demostrar cuanto significas para Dios. Aquí está la historia que Jesús conto: “Si alguno de ustedes tiene cien ovejas y se da cuenta que ha perdido una, ¿acaso no deja las noventainueve en el campo y se va a buscar a la otra? Y cuando la encuentra, la pone en sus hombros y vuelve muy contento con ella. Después llama a sus amigos y vecinos y les dice: vengan a mí casa y alégrense conmigo ¡ya encontré la oveja que había perdido! De la misma manera hay más alegría allá en el cielo por una de estas personas que se vuelve a Dios, que por noventa y nueve personas buenas que no necesitan volverse a él.
No importa qué clase de dolencia estas atravesando, recuerda que si sigues a Dios, el tomara control de tu vida, él te hará sentir importante, y te ayudara atravesar cualquier situación difícil que sé que presente en tu camino. Con esta clase de poder, ¡las dolencias del crecimiento no tienen oportunidad! Así que abre tu mente y tu corazón y has un lugar para Dios en tu vida.